Friday, February 12, 2016

¿Por qué estudiar Filosofía?

En primer lugar porque considero – creo y especulo -  que existo y he estado haciendo cierta filosofía desde que tengo uso de razón. En segundo lugar, porque considero que necesitamos la filosofía para entender nuestra vida cotidiana. La filosofía, como origen mismo del conocimiento, es indispensable para entender todo lo que nos rodea incluyendo tanto lo que el hombre ha podido sintetizar en conocimiento – en teorías que explican nuestro entorno -  como aquello que es inalcanzable aún para las teorías sociales, físicas o naturales. La filosofía en su forma más simple, como mera especulación, es la única disciplina que nos hace interiorizar la necesidad de aprehender nuestro entorno y expresar nuestras ideas (en forma burda o elaborada) en un intento por empezar a formular y teorizar situaciones reales o abstractas.

Necesitamos la filosofía para comunicarnos de forma más efectiva argumentando de forma lógica en nuestras conversaciones, exposiciones o escritos. Sólo la filosofía - y su derivado inmediato - las matemáticas, nos obligan a abstraer diversas situaciones, reales o supuestas y exponerlas de forma sencilla y asequible para toda audiencia. Como sigo creyendo que pienso y existo, entonces entiendo que la necesidad de comunicarnos es indispensable para convivir con nuestro entorno.

También necesitamos la filosofía (y las ciencias sociales) para entender mejor nuestro papel laboral, a nuestras familias, a nuestros vecinos, a nuestra sociedad y a nuestras empresas y negocios, a instituciones y gobiernos en el sentido en que todos esos entes son parte sustancial e inseparable de nuestra propia persona.

Necesitamos la filosofía también para entender nuestra conducta y nuestras elecciones o decisiones y las de los demás, para entender por qué alguien ha tomado la decisión A y no la B, o la AB juntas. Pero necesitamos precisamente la filosofía para aprender a respetar esas decisiones y aunque no estemos de acuerdo con ellas para aprender a respetar las decisiones de los demás.

Es indispensable para entender nuestra dinámica moral porque la misma no es estática. Quizá ésta es la parte de la filosofía más difícil por el temor a caer en razonamientos muy absolutos o muy relativos, pero en definitiva si todos tuviéramos un mayor acercamiento con la filosofía entenderíamos mejor por qué mentimos, por qué juzgamos, por qué robamos (cosas o ideas), por qué ayudamos incesantemente a los demás en ocasiones más que a nosotros mismos, por qué evadimos nuestras responsabilidades, por qué abdicamos, por qué concierta frecuencia culpamos a los demás de nuestras propias fallas y errores, quizá entenderíamos mejor por qué somos tan lúdicos, enajenados al placer y por qué somos orgullosos y envidiosos al mismo tiempo

Considero que necesitamos la filosofía para crecer, para intentar ser mejores personas en el futuro y porque necesitamos plantear nuestras ideas – cualesquiera que sea nuestra disciplina -  de mejor forma, tratando de elaborar una tesis, exponiendo correctamente una antítesis y llegando a una síntesis o conclusión. Esta es quizá la razón por la cual deberíamos ver a la filosofía con amor y por amor no solo a otra persona sino por amor al conocimiento, que es de todos los amores quizá el más placentero y trascendental.

También por lo anterior necesitamos la filosofía para amar a nuestras parejas, a nuestros hijos, a nuestro entorno, a nuestro yo porque considero que la forma más pura del amor es el conocimiento, o dicho de otra forma no puedes amar aquello que no conoces y correlativamente no puedes realmente conocer aquello que no amas.


Finalmente, considero que necesitamos la filosofía (como origen del conocimiento y de las cosas que son verdaderas) para aceptar, encontrar y mejorar nuestra relación con Dios. No con una iglesia o credo en particular, pero sí con Dios, porque siendo todos nosotros tan finitos y limitados tenemos en nuestra mente la idea de lo infinito y de lo ilimitado y porque si todo el conocimiento derivado de la filosofía es verdadero no puede estar en contradicción con aquello que es la verdad absoluta, es decir Dios.

Wednesday, February 10, 2016

Sobre la Alegoría de la Caverna de Platón y Meditaciones de Descartes

La idea en síntesis: El conocimiento de nuestro mundo ésta lleno de sombras. Podemos dudar absolutamente de todo, pero de lo único que no podemos dudar es de que dudamos y si dudamos pensamos, por lo tanto existimos.

La alegoría de la caverna de Platón.

Hombres que están desde la infancia encerrados y encadenados en una caverna sin poder moverse ni ver más allá de lo que ésta “delante” de ellos. Atrás de ellos una fogata y entre el fuego y ellos pasan hombres cargando figuras, estatuillas y ciertos objetos de todo tipo. Las sombras que pasan delante de ellos es lo único que estos hombres han visto y oído y en lo único que han pensado a lo largo de su vida.

Imaginemos ahora que algunos de esos hombres son liberados, al principio caminarían dudosos dentro de la caverna, saldrían a la luz del día y del astro más luminoso que hay en el cielo que es el Sol. Conocerían una realidad distinta y después descubrirían con asombro que lo que habían visto eran meras proyecciones. Concluirían que las estatuillas no hablan y que son objetos inanimados. [1]

Las personas dentro de la caverna representan a los ignorantes, el que sale de ella a los filósofos que intentan llevar el conocimiento de la verdad de regreso a sus compañeros (¿Probablemente Platón pensó en Sócrates?), el fuego en la caverna representa al sol, el mundo de afuera, claro y perceptible es el mundo de las ideas y el sol representa a Dios, como ser supremo y fuente de la verdad verdadera. En ésta alegoría se aprecia claramente una distancia, una tensión constante un divorcio y un marcado contraste entre el mundo de los sentidos y el mundo del intelecto. [2]

Descartes: Meditaciones Primera, Segunda y Tercera

Descartes establece que ha recibido como verdaderas opiniones que son falsas y que no pueden ser fundamento de ningún conocimiento más que en un plano dudoso. Se plantea la posibilidad de que todo a su alrededor es falso y que sus sentidos lo engañan y que por lo tanto la realidad tal como la percibe es sólo una representación falsa de la realidad verdadera.



¿Cómo podemos estar seguros de que lo que conocemos es verdad o es real si los sentidos parecen engañarnos todo el tiempo? ¿Es nuestra inteligencia una fuente confiable cuando la hemos basado en conocimientos llenos de prejuicios y supuestos engañosos? Si nuestro conocimiento esta basado en supuestos que no son verdaderos Descartes propone poner en duda absolutamente todo conocimiento adquirido como “verdad” en el pasado. De ese espíritu dudoso tendría que surgir la necesidad de creer por lo menos en algo, es decir que por lo menos lo que duda es un algo. Por lo tanto, Descartes nos indica que podríamos dudar absolutamente de todo a nuestro alrededor, pero no podemos dudar de que dudamos y si dudamos pensamos, entonces por ello existimos.

Da qué pensar[3]:

¿Hemos llegado realmente a “descartar” que el mundo que nos rodea no esta lleno de sombras? ¿Veremos realmente sombras y en esa medida  sólo percibimos una parte del conocimiento? ¿Es el conocimiento algo asequible para nosotros o sólo una convención o una serie de supuestos generales en los que nos vemos forzados a creer? ¿Realmente podemos decir que ese algo que duda es un algo? ¿Y si un genio maligno nos ésta haciendo pasar por un experimento en el cual nosotros estamos engañados pensando que pensamos y que dudamos? ¿Y si estamos en un sueño o inmersos en un programa de computadora viviendo una realidad virtual?



[1] Alegría de la Caverna. Diálogos de Platón.
[2] 50 Cosas que hay que Saber de Filosofía. Ben Dupré. Ed. Ariel.
[3] Tal como dice Fernando Savater.